El estudio de la demografía de poblaciones busca conocer en detalle las probabilidades de pasar de unos a otros estados (o edades) de los individuos de una población de un determinado momento a otro (típicamente de un año a otro). Esto incluye las tasas de mortalidad y natalidad, reclutamiento, de fertilidad, crecimiento. Las tasas vitales son los parámetros que se estudian, y aplicando modelos matemáticos matriciales se obtienen parámetros como la tasa de crecimiento poblacional lambda, las elasticidades y las sensibilidades de las diferentes tasas vitales. En este nivel se estudiaría también la estructura genética de las poblaciones.
Para obtener las tasas de cambio de unos estados a otros del ciclo vital, es necesario identificar los individuos y tomar determinadas medidas y observaciones sobre los mismos, que se deben repetir a lo largo del tiempo. En el caso de las plantas, casi nunca es posible saber la edad, por lo que se suelen obtener variables relacionadas con la biomasa, asumiendo que el tamaño está fuertemente correlacionado con la edad. También se miden las tasas reproductivas, y en el caso de estudiar la variabilidad genética dentro o entre poblaciones, se deben tomar muestras de material vivo y analizarlas mediante sofisticadas técnicas de laboratorio.
El seguimiento detallado a nivel de individuos permite obtener con precisión los parámetros que conducen la dinámica poblacional, permite conocer en qué fases del ciclo vital se encuentran los problemas si es que los hay, permite también hacer simulaciones de la respuesta dinámica que la población tendrá ante posibles perturbaciones, permite realizar Análisis de Viabilidad de Poblaciones mediante proyecciones en diferentes escenarios, etc. En resumen, es la herramienta más potente para diagnosticar el estado de conservación de una población. El análisis genético, además, permite contrastar hipótesis sobre el sistema reproductivo, la historia evolutiva pasada de una población o poblaciones, los riesgos y los efectos de la endogamia o exogamia, etc. Normalmente este tipo de seguimiento solo se aborda cuando una especie se encuentra en gran peligro y se decide que es necesario dedicar una cantidad de recursos económicos y humanos importante en ella.
La obtención de los datos es un proceso costoso y debe realizarse por más de una persona. Además, cada especie o población por sus características biológicas, requiere de un planteamiento metodológico diferente, que debe decidirse con criterio de experto en el campo de la dinámica de poblaciones de plantas. Deben intervenir investigadores científicos de universidades o centros de investigación.
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